PROLOGO


Cicerón Flórez Moya


Nelly Murillo Rodríguez no es propiamente titular de una encumbrada carrera literaria. En ese exigente ejercicio de escribir está apenas en el comienzo del camino que habrá de recorrer. Pero, como dice Antonio Machado, “Se hace camino al andar”.




Este libro, ´El silencio de mis fantasmas´, que es la primera apuesta literaria de Nelly Murillo Rodríguez, está hecho con la intención no solamente de desarrollar una trama con vivencias que se originan en las variables de la condición humana, sino de develar situaciones que afectan y marcan la cotidianidad de los seres humanos. La violencia intrafamiliar, tratada como expresión de una realidad abrumadora y recreada con el recurso estético de la ficción, le da a la obra el tono predominante de su contenido. 

Es el soporte de una historia animada por los testimonios y los movimientos de los personajes que con sus experiencias, su conocimiento y su imaginación hace visibles o pone en escena la autora.

Es un libro escrito para despertar inquietudes. Conduce al lector a una gran reflexión sobre un conflicto perturbador en la esfera social y en sus diversos estamentos. Un conflicto, que dicho sea de paso, debe ser erradicado dadas las graves incidencias que genera su persistencia. Lo cual no tiene por qué ser un esfuerzo reducido a las autoridades, sino que debe comprometer la participación de la comunidad en general.

La novela que ha escrito Nelly Murillo Rodríguez está trabajada con cuidado en la articulación del tema y es coherente en su conjunto. Tiene chispazos jocosos y frases con energía sugerente que le dan fluidez.

Pareciera que la intención de la autora fuera tocar corazones adormecidos y convocar a las entidades públicas a asumir acciones frente a un problema que no da espera dado que afecta la existencia de un gran número de personas, que resultan víctimas de conductas agresivas, que ya no debieran hacer parte de las relaciones entre estas, en un mundo en que tanto se ha predicado la prioridad de erradicar la violencia y privilegiar la solidaridad y la convivencia.


Cicerón Flórez Moya



CONCEPTO PSICOLÓGICO

Shati es una persona maltratada física y emocionalmente por una madre castigadora e inhumana.  Este maltrato forja en ella una mujer valerosa que calla y oculta los castigos y vejaciones que recibe. Siendo conformista decide comportarse retraída y distante; para evitar mayores problemas prefiere cumplir a cabalidad con las normas estipuladas en su hogar.

Todas estas circunstancias la llevan a identificar a una mujer valiente, con alta capacidad de frustración, soportando estoicamente las diferentes adversidades y contratiempos que se le van presentando, apoyándose en sus amigos “ángeles” o "fantasmas", que son esa fuerza intrínseca que cada ser humano puede tener y que le dan el aplomo y tenacidad para seguir luchando por su existencia, buscando y logrando su autosuficiencia económica y emocional por medio de  sus habilidades y estrategias.

En ocasiones poniendo en juego su propia integridad, se atreve a luchar con sus propios miedos, manteniéndose vigilante y suspicaz en cada nuevo reto, a pesar de etapas marcadas por grandes errores. Sus encuentros con “el más allá” identifican el deseo constante de superación para lograr vencer su miedo a la soledad y canalizar conocimientos para conseguir ser alguien que su progenitora nunca logró: una excelente madre  y gran ser humano.

Su perseverancia la lleva conformar un hogar lleno de ilusiones, amor y cariño y ante su baja autoestima, inseguridades y paradigmas heredados, se distancia de su hogar, como una forma de auto castigo. Siente el deseo de estar rodeada de los suyos, emprendiendo de nuevo la recuperación de su hogar, sin dejar de soñar sus metas y proyectos que con el tiempo, todos sus esfuerzos serán recompensados.

Esta mujer es una figura de superación ejemplarizante, digna de admirar y lograr sensibilizar a muchas madres,  al vencer ella los negros y traumáticos recuerdos de la infancia, adolescencia y juventud. 


Myriam Rivera Pabón
Psicóloga
Universidad Pontificia Bucaramanga, Colombia
"La felicidad es corta, pero contiene chispas de alegría y placer"
Es la hora de aprovechar la existencia.